Según los expertos varios estilos coexisten en la decoración de interiores han existido a lo largo de la historia. El paso de los años y los cambios sociales ponen a uno u otro en boga y ahora la vida hiper conectada, hiper informada, nos trae tantísimas riquezas y posibilidades. Repasar los grandes hitos siempre puede traernos un aire de frescor e inspiración para darle vida nueva a nuestros espacios. Por eso continuamos revisando algunos de los estilos más usados.

Estilo Bohemio

Se basa en la combinación de colores cálidos y vibrantes como el amarillo, naranja, rojo; y en transmitir libertad y buena vibra. Hay una referencia directa a la moda hippie, a los gitanos y pone mucho énfasis en lo antiguo y natural. Se emplean menos muebles y más cojines, almohadones, alfombras, materiales como la madera, el mimbre, el ratán y ornamentos pintorescos, auténticos, multiculturales muchas veces comprados en segunda mano, recreando un ambiente donde prima lo variado, lo económico y donde el “más es más”.

Estilo Vintage o Retro

Es un estilo que ha trascendido la decoración, ha calado en la música, la moda y tiene muchísimos seguidores en la búsqueda de una originalidad basada en evocar lo mejor de épocas pasadas. Es mezclar la elegancia con el encanto de lo antiguo. Su línea es combinar tendencias y objetos de diferentes períodos recreando su utilidad original o aportándole un nuevo sentido. Ya sean muebles antiguos, vajilla de la abuela, artículos por los que sin dudas han pasado la vida, objetos de hierro y cuero y algo que tenga que ver con nuestra infancia o la de nuestros antecesores, todos son bienvenidos para aportar un giro vintage.

Estilo Náutico o Navy

El mar, los azules profundos, el estío son inspiración para esta vertiente. Tonos blancos, marinos, pastel, arena e incluso algún detalle rojo o dorado nos sumergen en un ambiente de claridad y frescura junto con el uso de piedras y hormigón para la construcción, las paredes y el mobiliario. No puede faltar el ornamento náutico además de las rayas horizontales: cestas de mimbre, cajones de madera, anclas, coral, conchas, figuras de peces... También se emplean el lino y el algodón. Frescura, serenidad y alegría, son parte de su identidad.

Estilo Rústico

Resalta los materiales naturales y la funcionalidad. Su inspiración son las casas rurales de campo. Un detalle bien planteado de esta tendencia puede darle el toque acogedor a cualquier casa en el centro de la ciudad, haciéndola hospitalaria, informal y moderna. Madera, piedra, mimbre, esterilla, hierro y artesanía junto con telas duras y colores de la gama tierra, marrones, amarillos o el blanco son geniales para ese ambiente lúcido que buscamos.

Estilo Provenzal

El sudeste de Francia y sus villas son inspiración para este estilo donde la elegancia es menos dramática y la naturaleza, la luz y el color tienen un papel destacado. Flores, vajillas evidentemente antiguas, textiles de inspiración campestre y muebles con historia dan ese “Je ne se quoi” tan atractivo.

Estilo Ecléctico

Podríamos decir que es el estilo de la individualidad. Es ideal para quien no gusta de seguir tendencias o circunscribirse a una sola manera de expresión. Aquí la mezcla de estilos, referencias e inspiraciones es el leit motiv. Va de abrazar lo que nos gusta y queremos plasmar en nuestros espacios sin romper la armonía y cuidando los detalles. Lo antiguo conversa con lo moderno, los materiales industriales se conjugan con las maderas nobles, los objetos son interculturales, mientras las paredes se mantienen blancas o neutras y el mobiliario permanece discreto para dar realce a otras piezas. La osadía junto al buen gusto son la clave.